Las experiencias de acompañamiento al aula y de retroalimentación al equipo docente durante los últimos tres años han sido permanentes y evaluadas por los/as participantes, a través de las cuáles se ha instalado una cultura de observación y retroalimentación al aula, permitiendo entender el proceso de manera formativa.
De acuerdo al impacto del proceso de acompañamiento en el desarrollo profesional docente se puede
establecer que tiene un impacto significativo, pues los docentes visualizan un apoyo, acompañamiento y
ambiente propicio para el trabajo colaborativo y de equipo, que se traduce en conversaciones abiertas
hacia el aprendizaje que se traduce en modificar, buscar e implementar e intencionar mejoras en su
desarrollo profesional en este caso fue elegir las estrategias adecuadas para el logro de la
retroalimentación intencionadas según el modelo planteado para este año.
Proceso de observación y retroalimentación
Durante agosto, se han realizado diversos acompañamientos al aula, mediante las pautas que validaron
los docentes, a saber, las pautas de observación como de retroalimentación, de manera que pudiesen
estar informados de manera general y anticipada de los detalles del acompañamiento al aula.
En la ocasión los/as docentes han presentado una pre-observación, con los antecedentes previos a la
visita, en la que presentan objetivo de la clase, habilidad y procedimiento a realizar, como evaluación de la misma. Luego, el directivo observa la clase del docente, para finalmente establecer una reunión, en el que llegan a acuerdos.
En las reuniones de retroalimentación, el directivo le da a conocer al docente las fortalezas y debilidades
del proceso de retroalimentación al proceso y la tarea que ha llevado a cabo con los estudiantes, para
luego llegar a acuerdos y compromisos de mejora, de manera que sean los/as estudiantes los beneficiados por el acompañamiento al aula.